Ser intersex tiene que ver con las características sexuales al nacer. Se nace intersex, más allá de las cirugías a las que una persona sea sometida. No tiene que ver con una identidad: una persona puede ser intersex sin externarlo nunca a nadie; puede incluso vivir toda una vida y morir sin saber que nació siendo intersex. Siendo un tema que todavía está sujeto a un fuerte escrutinio médico, erróneamente se piensa que ser intersex es sinónimo de patología, de enfermedad. Y siendo el sexo un tema tan trascendente en la vida de una persona, la sociedad tiende aún a pensar que se trata de un defecto físico que imposibilita que la persona pueda desenvolverse con «normalidad» en la vida.

No pretendo dar aquí una definición exhaustiva sobre ser intersex, o sobre lo que significa la intersexualidad. Podría enlistar una serie de síndromes y características típicamente asociadas a la intersexualidad desde la institución médica, pero no es la mejor forma de acercarse al tema. La manera en cómo es vista la intersexualidad desde la óptica de quien no lo es depende de su concepción del cuerpo, la sexualidad y la identidad de género del ser humano. Como muchas otras cosas, es un asunto de expectativas sociales. En este caso, y en lo que concierne a nuestra época, se trata de expectativas sustentadas en apreciaciones médicas que datan del siglo XIX. Pero también la mirada médica está evolucionando. Se puede anticipar que también las expectativas sociales cambiarán con el tiempo, aunque será lento, como todo proceso social.

Ser intersex significa nacer en un cuerpo con variaciones de las características sexuales, las cuales son consideradas atípicas, tomando como referencia los cuerpos considerados masculinos o femeninos. Usualmente, se asigna un sexo a un recién nacido en función del aspecto de los genitales (presencia de vulva, longitud y aspecto de la estructura fálica, etc.), pero también por los órganos del aparato reproductor (gónadas, útero, etc.) y por el cariotipo (muchas personas creen que 46XX y 46XY son las únicas configuraciones naturales en el ser humano, y que toda otra configuración es patológica; nada más lejano a la realidad. Muchas personas también presentan cariotipos tales como 45X, 46XX/XY, 47XXY, entre otros). Cuando un recién nacido posee características sexuales que no encajan en la configuración típica de lo que se define como masculino o femenino, nos encontramos ante un cuerpo intersex. Erróneamente, muchas personas piensan que ser intersex significa poseer características sexuales femeninas y masculinas al mismo tiempo. En realidad, sólo significa que el cuerpo presenta un conjunto de características sexuales que no encajan en la definición típica de los sexos femenino o masculino

Lo que es más importante: no se trata de patologías ni de defectos físicos; no hay fundamento médico que respalde estas creencias. Ser intersex no es un problema de salud. En todo caso, es un problema de lo que la sociedad espera del proceso de diferenciación sexual. Y como tal, debe ser resuelto en la sociedad y con la sociedad, no a través de intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos innecesarios, irreversibles y no consentidos, practicados en una persona que, por su tierna edad, no tiene capacidad de defenderse ni de externar su voluntad al respecto.  

A continuación pueden encontrar otras definiciones con una tónica afirmativa y positiva, que invitan a derribar mitos y a mirar la intersexualidad en sus ángulos más ignorados:

Última actualización: 26 de septiembre de 2017.