Corazones que se alinean

A los corazones que se reunieron en San José, físicamente y de pensamiento.

 A mi hermano, que me dijo: —Te estábamos esperando.

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Han pasado ya más de dos semanas desde que concluyó la Primera Conferencia Latinoamericana y del Caribe de Personas Intersex en San José, Costa Rica. He esperado un tiempo antes de escribir al respecto, en parte porque he querido que todas las experiencias, las ideas y las emociones que surgieron durante las sesiones de trabajo de esos tres inolvidables días ocupen su lugar y su valor en mi memoria. Todavía me parece increíble que haya sucedido ese encuentro, que catorce personas de distintos países y orígenes hayamos convergido en un mismo lugar y espacio, en el centro de nuestra América, la América de la vocación por la diversidad, la América donde se gestan movimientos que claman por un mundo distinto, donde haya equidad, justicia social, memoria del pasado, respeto a los derechos humanos, entre tantas otras deudas que venimos acarreando…

Más allá de los resultados y de los acuerdos, más allá de los esfuerzos comunes que se tienen que articular de aquí en adelante para fortalecer y hacer más visible el movimiento intersex de la región, me parece necesario destacar la palpable existencia de una riqueza humana que aún está por manifestarse en el mundo. La procedencia cultural, lingüística, política y corporal de cada persona, por necesidad tenía que aportar algo diferente, algo único, al espacio común en que coincidimos. Más que homogeneizar una perspectiva de acciones y de estrategias colectivas, en la Conferencia pronto se hizo patente que el enfoque del activismo intersex de la región de América Latina y el Caribe no puede menos que reconocer la historia de nuestros pueblos, y explorar las posibilidades invisibilizadas y desplazadas por los discursos dominantes de otras regiones y de otros ámbitos (por ejemplo, el ámbito médico occidental).

Por otro lado, fue una excelente oportunidad de reconocer la potencia que tienen las expresiones alternativas de las personas que forman parte de nuestra «pequeña» comunidad.

En verdad, la comunidad de personas intersex y nacidas con variaciones de las características sexuales de esta tierra que denominamos como América Latina y el Caribe, tiene muchísimo para aportar al movimiento intersex global, mediante la creación cultural, la acción social, la intervención artística y la propuesta académica. Tales expresiones están llamadas a irrumpir en el mainstream dominante de ideas y concepciones del ser humano, a sensibilizar a una sociedad indiferente, cuando no desconocedora, de la problemática que vivimos; y a reforzar la lucha por el pleno reconocimiento de nuestra categoría de seres humanos y respeto de nuestros derechos desde el momento de nacer y durante nuestra infancia y adolescencia, que es el periodo en que somos más vulnerables a los prejuicios y a la normalización de nuestras características sexuales (una vindicación urgente y que sigue pendiente de aterrizar en los planos que sean necesarios: normativos, jurídicos, judiciales).

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Guaría en gestación, arte callejero. San José, Costa Rica, 3 de marzo de 2018.

 

Es claro que hace falta mucho trabajo para concretar en hechos y resultados los acuerdos y propósitos surgidos de este primer encuentro, mismos que se harán públicos próximamente. Pero me parece imperativo señalar la necesidad que ha surgido a partir de esta primera conferencia (posibilitada gracias a los auspicios del Intersex Human Rights Fund) de dar espacio a las voces de la región, con toda su pujanza y su creatividad, pero también de fortalecer el sentimiento de comunidad de sur a norte y de norte a sur, alineando los corazones de todas las personas intersex y nacidas con variaciones de las características sexuales, oriundas de este hemisferio, para construir una visión del mundo que nos oriente en el camino, una utopía que, retomando las palabras del cineasta Fernando Birri, nos permita fijar la mirada en un horizonte posible, y caminar hacia ella, porque para eso son justamente las utopías: para caminar.

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