Esta publicación es una síntesis de la Ficha de datos sobre intersexualidad de la ONU. Recomiendo su lectura detenida y su difusión.
Mi intención ha sido extraer lo esencial de dicho documento (que en sí es breve y conciso) para adentrarse en un aprendizaje serio sobre las distintas dimensiones a considerar sobre la intersexualidad.
No está por demás enfatizar que cuando hablamos de intersexualidad, hablamos de personas, seres humanos que viven su vida en la forma más productiva que pueden, superando los mismos obstáculos que el resto del mundo (y un poco más), con sentimientos y aspiraciones que deben ser respetadas.
Sugiero enormemente echar un vistazo a los enlaces dentro del texto, a fin de sensibilizarse aún más de los temas abordados por la ficha de datos.
- Ser intersexual.
Las personas intersexuales nacen con caracteres sexuales y variaciones naturales del cuerpo que, en su conjunto, no se corresponden con la noción binaria del cuerpo humano (es decir, sólo femenino o sólo masculino). Estas características no siempre son visibles al nacer, por lo que muchas personas no descubren que son intersexuales sino hasta la adolescencia o incluso la edad adulta.
Los rasgos intersexuales no son tan raros como uno podría pensar: hasta 1,700 personas en una población de 100,000 los tienen.
Una persona intersexual puede tener cualquier preferencia sexual, e identificarse bajo cualquier género. O ambos. O ninguno.
En distintos grados, en todas las sociedades del mundo se estigmatiza y reducen los derechos humanos de las personas intersexuales tan solo por la percepción de que sus cuerpos son diferentes.
- Integridad física.
Se ha hecho común intervenir quirúrgicamente y tratar médicamente los cuerpos de las personas intersexuales, con la intención de ajustar sus rasgos físicos a la definición estereotípica del cuerpo humano (masculino-femenino). Dichos procedimientos son irreversibles y se hacen a una edad temprana, sin que haya posibilidad de que la persona dé su consentimiento, a menudo forzando la decisión de los padres con argumentos sobre supuestos beneficios para la salud. La realidad es que dichos procedimientos se traducen en consecuencias tales como dolor, incontinencia, esterilidad, pérdida parcial o total de la sensibilidad sexual, y sufrimiento mental constante.
La integridad física es comprometida por estos procedimientos, los cuales son justificados por diversos factores culturales y creencias sobre la integración de las personas intersexuales a la sociedad, conforme a los estereotipos prevalecientes. Los Estados deben combatir efectivamente tales prejuicios.

- Discriminación.
Un aspecto a considerar es la práctica discriminatoria en distintos contextos, debido a que se considera que las personas intersexuales no se adecuan a las normas sociales de género. Se ven limitados así el derecho a servicios de salud, a servicios públicos, educación, empleo, deportes, etc. Los trámites en documentos de identidad oficiales también representan un factor que deriva en una práctica discriminatoria al forzar a elegir una casilla para «masculino» o «femenino». Los profesionales sanitarios no suelen estar preparados para atender las necesidades de las personas intersexuales, lo cual también amenaza el respeto a la autonomía de su cuerpo. Atletas intersexuales de género femenino han sido sometidas a escrutinio por su condición intersexual, sin que esto aporte ni afecte su desempeño per se.
- Protección y reparación.
Es necesario proteger los derechos humanos de las personas intersexuales de las violaciones que prevalecen. Así mismo, deben tener acceso a recursos efectivos que aseguren una compensación y reparación de los perjuicios. No menos importante es la participación de personas intersexuales en leyes y mecanismos para aplicarlas que garanticen la protección de sus derechos, como casos recientes que se han dado en Australia y Malta.